Ordenarse, no es fácil, aunque tampoco imposible.
Cuesta identificar nuestro rumbo y luego decir, quiero ir por más.
Mi principal recomendación es empezar por la Visión.
Sea de vos, de tu vida, de quién querés ser, cómo querés que te reconozcan.
Es clave partir de ahí a tomar las decisiones. Plantear objetivos alcanzables para ir tomando confianza e ir construyendo una base de contexto de posibilidad.
Mi experiencia emprendedora tiene su mayor cantidad de horas en el rubro inmobiliario.
Soy un convencido de que tenemos que seguir profesionalizando el sector.
Y en el siguiente Esquema de Negocio que diseñamos con Delfina Didone y Flor Barcos, encontré muchas respuestas.
El esquema me ayudó a ordenarme en lo que parecían acciones aisladas que empezaron a tomar sentido.
Cada acción, capacitación, llamado, acción de marketing o sistema que incorporaba tenía lugar en el esquema y así sentí, que lo que parecía algo ínfimo sin impacto, sin sentido, comenzó a ser parte de un todo mucho más potente.
Ya no es suficiente con decir soy Inmobiliario, sino que debo desarrollar no solo habilidades técnicas sino un montón de otras para que pueda tener un negocio fructífero.
Las habilidades que necesito desarrollar al identificarlas, trabajarlas y mejorarlas; marcan la diferencia.
Lo que necesita nuestro rubro es dar mayor servicio y que aquel comercial, vendedor, agente, o inmobiliaria; empiece a transformarse en un empresario inmobiliario que agregue valor y no solo piense en cómo generar más dinero.
¿Cómo se hace?
El interés genuino de comunicarnos y generar relaciones, es lo más lindo que tiene este rubro. Podés ver aquí la charla completa y la explicación en detalle de este Esquema de Negocio aplicable a todo tipo de emprendimiento.